lunes, 7 de febrero de 2011

Una boda intima: 5 razones para celebrarla

Es posible que, siendo niña, y quizá inspirada por los finales felices de los cuentos de príncipes y princesas, soñases con una suntuosa boda, con cientos de invitados y un espectacular banquete. Sin embargo, hoy en día las bodas íntimas están al alza,
y cada vez son más las parejas que se dan el 'sí quiero' rodeados por un número de invitados que podría contarse con los dedos de las manos. Si crees que una boda sólo es una boda cuando estás rodeada por cientos de personas, toma nota: te damos cinco razones 'de peso' para celebrar la tuya en la más estricta intimidad.


•Elegir el entorno de tus sueños puede ser más fácil de lo que parece. Ya te hayas enamorado de una diminuta capilla durante tu última escapada rural, o quieras casarte en esa cala en la que veraneabas de pequeña, elegir un entorno encantador en el que daros el 'si quiero' es mucho mas sencillo si reduces tu lista de invitados a la mínima expresión. El lugar donde celebrar el banquete sigue las mismas reglas: ¿no te apetece cambiar el clásico y tradicional salón de bodas por un coqueto restaurante, una galería o el interior de un pequeño yate?
•En casi todas las bodas el banquete se lleva casi la mitad del presupuesto... menos en la tuya. Ya sea por una mera cuestión de ahorro, o porque prefieres invertir el dinero en un menú de lujo o un vestido de cuento, los trucos y medidas anticrisis se evaporan como por arte de magia cuando celebramos la boda y el banquete en la intimidad.
•Una boda pequeña te permite concentrarte más y mejor en la organización, disfrutando del proceso en lugar de acumular cantidades ingentes de estrés que sólo vas a poder liberar una vez te encuentres disfrutando de tu luna de miel... Al fin y al cabo, el camino es casi tan importante como la meta.
•Por una vez podrás olvidarte de los cientos de proveedores que es necesario contactar cuando se organiza una boda: una ceremonia de pequeñas dimensiones te permitirá encargarte por ti misma de los arreglos y los pequeños detalles artesanales que hacen de tu día un momento especial, único e irrepetible. Elaborar a mano los regalos para las invitadas, diseñar los centros de mesa, redactar de tu puño y letra las invitaciones... ¿Se te ocurre algo más personal?
•Por último, la verdadera magia de celebrar una boda íntima: al contrario que en las grandes recepciones, no estarás rodeada por incontables rostros que incluyen toda suerte de invitados 'de cortesía', a los que también debes saludar, y junto a los que posar en la correspondiente foto entre cucharada y cucharada del postre... Piensa que, en una boda más pequeña, sólo estarán presentes aquellos a quienes realmente quieres ver: padres, hermanos, mejores amigos... con los que compartir de cerca cada segundo.

Fuente: http://www.hola.com/

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