Hay un ramo para cada novia... y una flor para cada estación. A la hora de confeccionar el bouquet de la novia, el estilo, el corte y color del vestido son fundamentales para crear contraste y que todo el conjunto funcione en armonía, a las mil maravillas: piensa que el ramo no sólo es lo primero que ven de ti los invitados al entrar en la Iglesia o el juzgado, si no que, además, sera tu compañero más fiel durante todo el día, apareciendo contigo en cada una de las fotos y vídeos.
A la hora de escoger la flor dominante, las camelias, el iris, el lirio, los pensamientos, las campanillas o los tulipanes son las reinas y reyes del invierno. Casarse en esta estación permite jugar con una amplia gama de blancos, irisados, verdes, rosas, cremas y marfiles: si quieres celebrar una gran boda 'nevada', las flores blancas son un acierto total en estos meses, ya que crean un marco perfecto sobre el vestido, ya luzcas una delicada manga bordada en cristales, una larga abotonadura frontal en el sobrevestido o una glamourosa estola de piel.
Una de las flores de invierno más románticas y elegantes es la camelia: la mismísima Coco Chanel era una enamorada de esta variedad de flor con corola esférica e infinitas capas de pétalos, cuya delicada silueta las hace perfectas para los ramos de corte redondo, que se ajustan perfectamente a la mano. La camelia es, además, una 'prima lejana' de la primaveral peonía en lo que a aspecto se refiere, así que, si quieres darle un punto 'soleado' a tu boda, la camelia es la flor perfecta para ti.
El lirio, la cala y los gladíolos son otro de los superventas en los ramos de novia de invierno: sus pétalos de tamaño XL se asocian al glamour de las estrellas de Hollywood de los años 50. Combínalos con joyas vintage, pedrería y un fondo de seda en color champán.
El jacinto o el jazmín blanco son otra de las alternativas más delicadas y al mismo tiempo complicadas de la estación: a pesar de su pequeño tamaño, estas diminutas flores desprenden un intenso y poderoso aroma, que hace de ellas una flor casi inasequible en las bodas celebradas en verano. Utilízalas como marco para rosas u orquídeas, y aprovecha para diseñar un ramo de novia en cascada, con mucho volumen. El truco para conseguir el look perfecto: combina las flores compactas con delicados toques tropicales cultivados en invernadero, y que den a tu ramo un aspecto exótico, delicado y fragante.
Fuente: http://www.hola.com/
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